Rutina Matutina

Toman tempranito tres tazas de té.

La primera, comulgando con los espíritus, sentándose ante el altar que arreglaron en un rincón de la habitación.

La segunda, conversando con las estrellas, de pie, elevando la vista al cielo.

La tercera, entablando duelos con sus escritos, sintiendo, pensando, poniendo, quitando.

Sólo después son capaces de encarar el entorno exterior, y de emprender manos a la obra con las maravillas, minucias, y menesteres mundanos.

Previous
Previous

Dictado

Next
Next

Vecinos