Plegaria por la Paz

Que todos los seres vivan en paz.

Que nuestra paz interior no sea desplazada
por la ira convertida en odio.

Que nuestros corazones no se cierren,
ni se entumezcan,
ni se endurezcan.

Que no perdamos nuestra inocencia,
si con ella perdemos el optimismo
y la fe en la humanidad.

Que no nos confundamos
con supuestas verdades
y distinciones arbitrarias
entre nosotros.

Que no olvidemos
que todos somos vecinos,
que todos somos parientes.

Que mantengamos encendida
nuestra luz compartida,
brillando a través de las nubes,
y del humo,
y de los dogmas.

Que ilumine el camino de nosotros.
El nosotros grande que incluye a todos.

Que aprendamos las lecciones,
para que no repitamos
las faltas y fallas de nuestra historia.

Que nuestro sufrimiento sea sanado,
y que podamos apoyarnos
mutuamente en nuestras penas.

Que seamos pacientes con nosotros mismos
y con los demás,
mientras descubrimos, nos des-cubrimos,
y manifestamos bondad,
la cual se traduce en justicia,
la cual conduce a la paz.

Que hablemos, caminemos y trabajemos
por la justicia en nuestros gobiernos,
la equidad en nuestras pólizas,
la sabiduría en nuestro juicio,
la buena voluntad en nuestros tratos y contratos,
la verdad en los medios de comunicación,
la contención en nuestra pasión,
la claridad en nuestra visión,
el discernimiento en nuestra decisión,
y la buena fe en nuestra acción.

Entonces habrá paz
en nuestro mundo
y en nuestro corazón.

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