Creencia

Si callamos lo suficiente para escuchar,
confiamos lo suficiente para sentir,
y volvemos a ver con los ojos de la niñez,
recordaremos o reconoceremos de qué se trata todo.

Quizás es cuestión de abrirnos al sí.

Abrirnos a recibir lo que encontremos a la puerta,
con confianza en su valor,
con sed de su zumo.

Si cantamos en coro los sí,
tal vez haremos subir el telón
y volveremos a ver y a oír
lo que está más allá de aquí.

Sí, ojalá sea así.

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