¿Moderación?
¿Por qué decimos ‘bueno’
cuando algo es ‘más que maravilloso’?
¿Por qué decimos ‘bastante’
cuando algo es ‘más que abundante’?
¿Por qué restarle al asombro y a la plenitud?
¿Por qué moderar el Bien?
¿Por qué no permitir que se muestre, que se luzca,
tan inclusivo, abarcador y completo
como es el Bien?