Precaución
La puerta al pasado,
siempre entreabierta,
permite echar un vistazo,
o pasar a pasear un rato.
Pero ¡cuidado!
Si permitimos se cierre mientras en el ayer estamos,
atrapados, cautivos quedamos
entre recuerdos, reliquias, cachivaches,
y lo inerte
de lo que ya fue.
Mientras tanto,
desperdiciamos, descuidamos
la invitación
y el presente
del presente.