Resiliencia
Que la adversidad no nos cierre,
no nos entumezca, no nos endurezca.
Que escuchemos en su voz:
‘¡Despierta!’
Que las semillas
de la ira de nuestros abuelos y abuelas,
y de la angustia de nuestros padres y madres
crezcan conciencia en nosotros,
y en nuestros descendientes.