Discernimiento
Que permanezcan lo suficientemente claras
la voz y la visión de nuestro corazón.
Que el humo y la niebla circundantes
no ahoguen su voz ni nublen su visión.
Que permanezcan lo suficientemente claras
la voz y la visión de nuestro corazón.
Que el humo y la niebla circundantes
no ahoguen su voz ni nublen su visión.